lunes, 10 de enero de 2011

Crónicas de la Meseta: Novena crónica

Shadar-Kay acechando en la oscuridad
Mientras atraviesan el lago subterráneo donde tristemente han perdido a dos de los tres hermanos Rhogar, la compañía se encuentra con un sacerdote y un paladín de la reina cuervo luchando con un grupo de kobolds en una de las orillas del lago. Una vez muerta la amenaza reptiliana se producen las presentaciones, donde se presentan a Kraven el paladin y a Luz la sacerdotisa, ambos tienen la misma misión que la compañía del Ala Esmeralda, limpiar los nuevos corredores, pero ellos han sido contratados por los dueños de la mina. Tras decidirse a unir sus esfuerzos para maximizar resultados , los aventureros siguen explorando la infraoscuridad, encontrándose con un pequeño bosque de setas gigantes  habitado por Micónidos y el cubil de unos basiliscos que conduce a una zona de la infraoscuridad habitada por los míticos Shadar-kay, como atestiguan los dos enormes portones de ébano remachados en bronce que protegidos por una extraña cerradura y un pesado golem que  les cierra el paso hacia el norte de los corredores.Más adelante tras acabar con unos ahogadores de caverna descubren lo que podría ser la llave de los portones y una nueva puerta shadar-kay, esta de un sola hoja pero protegida por dos golems frente a la escultura de la cabeza de un cuervo gigante.Mientras estudian la forma de abrir las puertas, uno de los golems despierta de su letargo y se desata el caos donde Luz esta a punto de morir, pero gracias a los fuertes puños de Jangre-d´or la amenaza de piedra es destuida. Tras abrir la puerta con la extraña llave, el otro golem despierta y Kraven se queda encerrado en mitad de la oscuridad mientras el resto del grupo, cansado tras el duro combate , se enfrenta a lo que posiblemente sea una muerte segura.

1 comentario:

  1. Emocionante encuentro, ya tengo ganas de vérmelas con un mítico Shadar-Kay :D
    P.D. y mientras ocurría todo eso, yo me lo estaba pasando pipa con una hambrienta horda devoradora de palomitas que asolan los territorios, ante todo toda butaca que ven limpia... notese la ironia.

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