lunes, 14 de marzo de 2011

Crónicas de La Meseta: El viaje hacia Sorment

La compañía parte hacia Romulan, para reunirse con su director, Lord Bergara portando una extraña caja confeccionada con madera de la infraoscuridad, que contiene una peligrosa esfera de mármol negro que tiene la propiedad de absorber toda la materia que toca y transportarla inmediatamente al plano sombrío. Una vez en presencia de Bergara , este les comunica que la misión que les ha encomendado la torre arcana, es trascendental, para el futuro de la compañía, ya que la torre tiene también tratos con otra compañía de mercenarios conocida por el nombre a sangre y fuego, que podría hacerles sombra, con lo que deberán intentar ganar el máximo de reputación durante el viaje para convertirse en la compañía principal de la torre arcana. Tras la entrevista, parten sin dilación siguiendo una antigua calzada olvidada que se interna en los paramos de las montañas susurrantes,en el camino se topan con una joven llamada Helena, que trata de transportar unos pequeños barriletes de vino a lomos de un tozudo burro desherrado al que llama walter, la joven esta desesperada, el animal se niega a seguir avanzando y debe entregar tres barriles en una posada a unas horas de distancia. Como los barriles ya están pagados y la posada les coge de camino, la compañía accede a llevar los barriles y reciben como pago un barril mas, que tiene un interesante sabor especiado, aunque con cierto bouquet cobrizo. Tras varias horas de viaje encuentran la posada, construida sobre el cruce de caminos que recibe el nombre de Clarcksdale, en su interior , su posadero, un vivaz hombre de color llamado Robert, parece estar en todos lados sirviendo cerveza y comida a sus parroquianos al tiempo que les obsequia con poemas y canciones de todo tipo. Como el posadero parece estar muy ocupado, hablan con su esposa, Esther, quien les dice que no recuerda haber encargado ningún barril, pero que pueden dejarlos en el sótano. Mas tarde tras varias canciones del portentoso posadero, se reunen en el sótano con él para comentarle que tienen sospechas sobre los barriles , pudiéndose tratar de algún tipo de trampa, según opina Warfein. Mientras están investigando el contenido de los barriles, a altas horas de la madrugada, un alboroto en la planta alta les asalta, un grupo de zagales les ha robado su propio barril y beben como hipnotizados al tiempo que frotan sus manos ensangrentadas contra las ventanas y puertas de la posada, que no tardan en saltar en mil pedazos rebelando a una pequeña horda de demonios que penetra en la posada destrozándolo todo, mientras la joven del camino, Helena, canta una extraña melodía en el exterior de la posada. tras el caos inicial, en el que el posadero enloquece y se pone a escarbar en el sótano, los aventureros rescatan a Esther, de las garras de los demonios y ella les revela que su esposo hizo un trato hace años con un demonio para salvarla y que ahora han venido a cobrarse su pago, pero que si la ayudan a realizar un ritual de protección los demonios dejaran de ser un problema. La mala suerte hace que el libro de rituales sea destruido en mitad del ritual, con lo que la única solución parece ser dar muerte a Helena, que resulta ser un súcubo. Una vez muerta , la horda de demonios desaparece y la posada vuelve a ser un lugar seguro.

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